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El peque�o cervatillo veloz, no quer�a dormir aquella noche...
Sentado junto a su abuelo, al calor de la hoguera, jugaba con una piedra,
mientras escuchaba ensimismado al anciano...

"Hace ya muchas, muchas lunas, mas que estrellas hay en el cielo, cuando los b�falos 
te��an de oscuro las praderas del gran Manit�, y apenas se ve�a la hierba, cuando aun el hombre blanco
no nos hab�a robado nuestra tierra, los sioux y los arapahoes, viv�an en armon�a.
Cazaban juntos, celebraban la llegada del verano juntos, ambas tribus, 
eran aut�nticos hermanos de sangre.
Frente a la hoguera, los hermanos sioux y arapahoes, danzaban, imitando el fuego.
Uno de ellos, el mas hermoso de los arapahoes, destacaba entre sus compa�eros,
por su coraje, sabidur�a y habilidad para la danza. No en vano, llevaba por nombre Trueno Danzante.
Aquella noche, vest�a sus mejores galas, las plumas mas brillantes, los colgantes mas vistosos...
Sentada junto a las mujeres, Nube blanca, re�a y jugueteaba con las dem�s j�venes de la tribu.
Pero aprovechaba cualquier descuido, para mirar, embelesada, los acompasados movimientos
de Trueno Danzante.


Hacia ya alg�n tiempo que sus ojos se cruzaron, y de ese encuentro, surgi� un amor que aun perdura.
Deseaba hacerla su esposa, pero Nube Blanca, estaba prometida a Oso Gris, un indio de la maldita por 
siempre raza de los pies negros, ese fue el pago por salvar la vida a su padre, cuando este fue atacado por un puma.
En agradecimiento, este innoble guerrero, le exigi� desposar a Nube Blanca, a lo que �guila Pintada, 
el padre, no pudo negarse siguiendo as� nuestras tradiciones, esta escrito.
Nube blanca, contaba solo 12 a�os, cuando aquello ocurri�, y ahora, a punto de cumplir los 17, se sent�a
morir, condenada a unir su vida con la de un hombre al que no amaba, y adem�s, de tan indigna raza.
Trueno danzante, conoc�a ese hecho, pero no encontraba justo el precio exigido, y menos aun, trat�ndose de 
Nube blanca, su enamorada.


As� que aquella noche, decidi� recurrir a una antigua tradici�n: "Si una mujer no llega virgen al matrimonio,
ser� repudiada por su marido, y expulsada de la tribu" Esta escrito.
Y aquella misma noche, arriesg�ndose a todo, rapt� a Nube Blanca, cuando las hogueras se apagaron.
Nube Blanca, no opuso ninguna resistencia, mas bien, todo lo contrario, cuando llego Trueno Danzante a su tienda, ella estaba 
esper�ndolo dispuesta.
Y ambos, protegidos por el negro manto de la noche, se adentraron en el bosque.
Y se amaron, tanto, que aun resuenan los besos de los amantes en las noches de luna llena,
Tanto, que aun el rio, trae el murmullo de sus risas, tanto, que aun el b�falo, no ha vuelto 
a pisar los pasos de ambos amantes.

Fue la noche mas larga, y el amanecer mas corto que jam�s se ha escrito.
Al amanecer, los hermanos de Nube Blanca, salieron en busca de los amantes, y los hallaron, abrazados, dormidos y sonriendo.
Los despertaron a empujones y los llevaron a la tribu. Trueno Danzante Hab�a deshonrado a una arapahoe, 
quer�an venganza...


Lo ataron al poste del tormento, mientras nube blanca, fue encerrada en su tienda.
Y apareci� Oso gris, el indigno pies negros, para decidir el fin de Trueno Danzante.
"Tu me has arrebatado lo que me fue prometido, aun as�, soy un guerrero digno, no la expulsare de la tribu, pero por siempre, 
ser� mi esclava.
En cuanto a ti, no deseo tu muerte, eso seria poco castigo, " y a continuaci�n, empez� a re�r como un loco, y sacando su cuchillo, 
lo clavo en los ojos de Trueno Danzante.
Ni siquiera grito de dolor, seguramente, porque aun permanec�a en sus ojos, la dulce imagen de Nube Blanca, y esa imagen, lo acompa�ar�a siempre.
A continuaci�n, comenzaron todos a burlarse de tueno danzante, a humillar al indefenso y noble guerrero.
Nube blanca, desde su tienda, no dejaba de llorar, no pod�a soportar o�r las voces de los guerreros burl�ndose de su amor...
Y sin pensarlo, de debajo de su vestido saco una daga, y la clavo en su pecho. En ese momento, Trueno Danzante, como presinti�ndolo lanzo un grito
al Gran Manit�...present�a que nube blanca, hab�a muerto, y le pidi� la muerte a nuestro gran padre...
"No mereces la muerte, Trueno danzante", le contest� Manit�, "ni tampoco ella, estaba escrito que estar�ais siempre juntos, y seri�is felices, pero en un descuido m�o, os atraparon. Aun estoy a tiempo de corregir mi error....
Nunca morir�is, y siempre estar�is juntos..."


Y tras decir eso, una r�faga de viento, levanto en el aire el cuerpo de nube blanca y a Trueno veloz, y los subi� arriba, muy arriba...
Y desaparecieron en el cielo.
Mientras eso ocurr�a, los miembros de ambas tribus, permanec�an como hipnotizados, sin saber que ocurr�a, sin poder moverse...
y de pronto, ocurri� algo que nunca antes hab�a ocurrido, oyeron un estruendo muy fuerte, que venia del cielo, y comenzaron a caer gotas de agua.
Nunca antes hab�a ocurrido, y el agua ca�a, y el ruido ensordecedor, segu�a , una vez y otra...
Y luego, dejo de caer agua, y de o�rse el ruido...
Hab�a sido una tormenta, la primera, desde que el mundo era mundo...
Y lo llamaron lluvia, y as�, hasta nuestros d�as."

Cervatillo veloz, con los ojos muy abiertos, miraba a su abuelo, y le pregunto:
"Abuelo, �y que fue de los dos enamorados?


Y el abuelo sonri�: "El gran Manitu, los convirti� en lluvia a ella, y en Trueno a el, as�, siempre que hay tormenta, ellos est�n juntos.
Y dicen los mas ancianos, que la lluvia, son las lagrimas de felicidad de Nube Blanca, y los truenos, los pies de Trueno Danzante, 
bailando para su amada.

As� est� escrito.