Lola, soñando, Lola triste, como cada anochecer, soñando que el reloj se detiene...
soñando que el no volverá, la cena a punto, la casa reluciente, y la mirada perdida.
La devuelve a la realidad el ruido de las llaves en la puerta.
El olor a alcohol, es tan fuerte, que apaga el dulzón aroma del ambientador.
Lola tiembla, ¿que será hoy? ¿que habré hecho mal?


y unos ojos de brasa, que se clavan en los suyos, azules, aunque sin brillo.
Y cae la tormenta, sin refugio donde guarecerse, ¿el motivo?
El no encontraba el periódico, normal, si lo dejo olvidado en la barra del bar.
pero el alcohol, es mal compañero de la memoria.
Otra noche mas, sola en compañía, otra noche mas, con la cara hinchada por algo mas que el llanto.
Otra noche mas, Lola vuelve a soñar...


Lola , soñando, sueña que hace su pequeña maleta azul, como sus ojos, y en ella mete unas pocas cosas..
Las caricias que el no le dejo darle, los besos que el le escatimo, y un pañuelo, 
impregnado con la colonia de el, de cuando el alcohol no apagaba otros perfumes.


Y Lola sueña que corre, corre hacia un tren, cualquiera, con su maleta azul, sin brillo, como sus ojos.
Y a través de la ventanilla, ve como pasa su vida, cuantas arrugas refleja el cristal, en su aun bello rostro, 
¿cual de todas aquellas palizas, se llevo su juventud?
Y el tren silba, y Lola sueña.. y sueña... pero la despiertan del sueño el chocar de unas llaves en la cerradura.
Otra vez...¿que habré hecho mal hoy? mañana me marchare, si, quizá mañana... quizá...

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